Título: Shinrin-Yoku. Sumergirse en el bosque
Autora: Annette Lavrijsen
Traducción: Patricia Valero Mous, Nicolás Cortegoso Vissio y Andrea Zampieri Martínez
Editorial: Lince Ediciones
Año de edición: 2018
Sinopsis: Annette Lavrijsen nos presenta el Shinrin-Yoku, una terapia que nos enseña a aplicar métodos con ejercicios para caminar conscientemente por el parque o el bosque más cercano a nuestra casa. En Japón, hay un aforismo muy popular que dice: «El camino a través del bosque conduce a una vida más saludable, más feliz y más productiva». Por eso han convertido los paseos por la naturaleza en una terapia popular para vencer el estrés, el letargo y otras dolencias. En los últimos años, numerosos estudios han demostrado la verdad de esta terapia ancestral que se está convirtiendo en una gran tendencia sanadora en los Estados Unidos.
Reseña
Hace poco pude entrevistar a la periodista Annette Lavrijsen sobre su primer libro, “Shinrin-Yoku” que explora los beneficios de este arte japonés (también conocido como “baño de bosque”, y no, no tiene nada que ver con desnudarse).
“El Shinrin-Yoku no es una terapia con reglas en la que necesitas hacer esto y aquello y luego te sientes feliz y saludable de nuevo. Para mí es más el concepto filosófico de la fuerza curativa de la naturaleza.” me contaba Annette durante nuestra conversación en la librería Malpaso de Barcelona.
Es por eso que el libro de Annette Lavrijsen se centra en demostrar como el contacto con la naturaleza influye no solo en nuestra salud mental sino también física. Podréis leer estudios, investigaciones y experimentos de todo el mundo y conocer más a fondo las creencias orientales.
“El hecho de que la naturaleza es curativa no es algo nuevo," añadió Annette "es una sabiduría ancestral, y tampoco es exclusiva de Japón o del Lejano Oriente." Para demostrarlo, veréis que el libro contiene citas de personalidades muy distintas sobre sus experiencias con la naturaleza como: filósofos griegos, maestros orientales, personajes de películas, genios científicos… desde Albert Einstein pasando por Bruce Lee, Vincent Van Goh, Frederico Garcia Lorca y ¡hasta el mismísimo Yoda!
Enmarcados en verde, también iréis encontrado ejercicios relajantes que la autora propone para vuestros “baños de bosque”. “Es todo muy fácil y accesible, porque creo que debería ser para todos.” explicaba Annette, y no podría estar más de acuerdo con ella. Hay ejercicios para mejorar la observación, la meditación, la autoconciencia, e incluso la creatividad. No solo os ayudarán a relajaros, sino a cambiar vuestra forma de veros a vosotros mismos y el mundo entero.
Cuando terminéis de leer, tal vez encontréis la manera de ser más ecológicos, menos dependientes de la tecnología, y más sabios a la hora de escuchar vuestro cuerpo y poner freno al estrés antes de que sea demasiado tarde. De hecho, Annette habla por propia experiencia. Fue durante una solitaria caminata por la isla de Tasmania que se dio cuenta de que su trabajo ya no la satisfacía.
p. 180 “Me siento agradecida con la naturaleza por ayudarme a ver mejor, pero está claro que este tipo de mensajes dependen de la persones y del momento en el que se presentan. Si caminara por ese bosque en Tasmania hoy, tal vez encontraría una metáfora completamente distinta, y también sería distinto lo que tu verías en ese mismo recorrido.
Creo que la naturaleza nos muestra lo que necesitamos ver en el momento y que dependen de nosotros reconocer el mensaje. Si estamos conectados con nuestra intuición, el viento se calmará y la naturaleza podrá actuar como un reflejo del inconsciente.”
Una de las cosas que hacen especial este libro no es solo que la autora haya vivido y experimentado los resultados que promulga, sino que además sea muy fácil sentirte identificado con ella.
No hace falta que hayas visitado lugares recónditos del planeta para empatizar con muchas otras anécdotas emotivas, tiernas y divertidas desde su infancia hasta el día de hoy.
Lo cierto es que mientras leía, no he podido evitar acordarme de las excursiones y paseos que de pequeña me gustaban hacer por Collserola… y lo he echado de menos. Por suerte, Barcelona es una ciudad muy verde, y ahora que llega la primavera las grandes vías desaparecen bajo las copas frondosas de los árboles.
Claramente es preferible estar rodeado de naturaleza más pura y variada, pero “incluso en un parque de ciudad os podéis beneficiar del Shinrin-Yoku” me aseguró Annette.
Sea como fuere, vayas donde vayas, el libro tiene el tamaño ideal para que te lo lleves contigo y, como no, está hecho con papel sostenible con el medio ambiente.
Que ¿por qué deberías leerlo? Tal vez no compartas las creencias orientales que aquí se describen, y no, no tienes por qué abrazar árboles si no quieres, pero con este libro aprenderás a reconectar con la naturaleza, y aún más importante… reconectar contigo mismo.
Mx
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