Título: El taller de escritura
Autora: Jincy Willet
Traductora: Eva Sancho González
Editorial: La Factoria de Ideas
Año de edición: 2012
Sinopsis: Amy Gallup conoció el éxito al publicar su primera novela, pero han pasado los años y su brillante carrera literaria, así como su amado marido, han pasado a mejor vida. Lo único que la hace feliz es el taller de escritura que imparte en la universidad.El alumnado del curso de este año parece de lo más corriente: el médico con ínfulas de gran autor, el vago, la guapa, el tímido de gran talento, la pija, el bromista, el listillo... Lo de siempre. Pero un día Amy recibe una llamada amenazante en mitad de la noche y aparecen notas de mal gusto en los trabajos de sus alumnos. Parece que uno de sus estudiantes es un chico muy malo... y cuando un miembro del grupo aparece muerto, todos se convierten en sospechosos.
Reseña
El taller de escritura llegó a mis manos hace un buen puñado de años como resultado de una de las veces que mi familia ha hecho caso a una recomendación literaria por televisión.
Desgraciadamente, cuando intenté leerlo yo, las primeras páginas no me atraparon en absoluto, y la historia me parecía poco interesante. Han ido pasando los años y finalmente le he dado una segunda oportunidad. ¿Y por qué ahora?
De hecho, El taller de escritura ni siquiera estaba en mi lista de libros pendientes, pero me vino a la mente mientras planteaba la lista de lecturas para la Booktubeathon.
Tenía dos retos que me resultaban especialmente difíciles... Leer un libro con algún elemento verde en la portada, y leer otro sobre algo que me gustaría hacer. De repente, me golpeó una idea con una portada y un título.
Lo fui a buscar, y en efecto, tenía un fondo verde tal y como recordaba (una portada que siempre me había gustado mucho) y una trama alrededor de la escritura. Así que lo añadí a la pila y lo leí en segundo lugar.
Ya sabéis que soy partidaria de dar nuevas oportunidades a los libros con el tiempo. A veces no ayuda, pero otras sí. Ya sea porque has madurado como lector o como persona, puede que la historia te diga algo que antes habías ignorado.
Y esta vez ... El taller de escritura me atrapó por completo. Diría que las primeras páginas son de lo que más me gusta de todo el libro. Te descoloca, te intriga, y te pone en la piel de la protagonista desde el principio. ¡Una protagonista poco corriente, por cierto!
Amy es una anti-heroína fracasada, deprimida y sin futuro que ha perdido de vista su pasión. Poco a poco, iremos conociendo su triste historia, llena de desilusión, conformismo y falsas esperanzas.
Como casi todo el tiempo conocemos la historia a través de sus ojos, también vemos el mundo como un escritor, y me he sentido muy identificada con algunos de sus hábitos. Como por ejemplo, cuando, sin poderlo evitar, se le ocurren tramas y títulos de historias y relatos en los momentos menos oportunos e inusuales.
Pero no todo es glamour en la vida de un escritor. ¡Más bien lo contrario! La autora trata todas las adversidades del mundo editorial, y los tópicos de la literatura. ¡Precisamente por eso este es uno de los libro más originales que he leído en mucho tiempo! Jincy Willet tiene un registro muy interesante, porque cambia su estilo narrativo varias veces durante la novela, ya sea dando vida a los relatos escritos por los diferentes alumnos del taller de escritura o escribiendo desde el punto de vista del misterioso psicópata.
Además, la historia contiene mensajes de superación personal y profesional. Si lo que busca es un taller de escritura (igual que le ocurrió a la booktuber Isamisterio) lo encontrará en parte, ya que está lleno de buenos consejos.
Jincy Willet viene a decir, con mucho acierto, que publicar una obra no debería ser la meta principal, sino convertirse en un buen escritor.
p.32 “–Vale, nos inventamos historias, pero un montón de ellas tendrán que ver con nuestra vida real, ¿no es cierto?
-Por supuesto –dijo Amy.
-Entonces, ¿cómo puedes afirmar que todo es invención?
-Acabo de decíroslo. Los escritores de ficción se inventan sus historias.
-¡Acaba de mentir! –dijo Carla Karolak-. ¡Ahora mismo! ¿Lo cogéis?
Hubo una pausa, y después la mayoría de la clase empezó a reírse.
-[…] Si quisiéramos exponer nuestra vida privada y someterla al escrutinio público, escribiríamos autobiografías, memorias y ostentaríamos un cargo político. Por el contrario escribimos ficción. Algunas historias son completamente ficticias. Otras no. Todos debemos asumir, en todo caso, que lo que estamos leyendo es ficticio.”
p. 61 “Nada era verdaderamente insoportable si se tenía algo que leer.”
p. 78 “La semana pasada hablamos –dijo Amy finalmente-, sobre describir y narrar, y en esta historia el autor ha descrito mucho, pero aun así no estamos asustados. […] Si el escritor estuviera asustado, entonces nosotros también lo estaríamos. [...] Esa es la parte difícil de escribir, el imaginar.”
p. 106 “La narrativa juvenil siempre resultaba difícil. Los alumnos tendían a aprobar cualquier cosa basándose en la teoría, no analizada, de que los niños y jóvenes no son tan exigentes en sus hábitos de lectura como los adultos y por lo tanto cualquier cosa resulta válida con tal de que sea lo suficientemente simple y optimista. Obviamente, esto era falso. En cuanto a Amy se refería, los estándares para escribir buena narrativa de ficción eran los mismos con independencia de la edad del público al que se quisiera llegar. Al trabajar narrativa juvenil en clase, era típico que alguien siempre sacara a relucir cuestiones de <<vocabulario específico para la edad, capítulos cortos y con garra, y temática adecuada>>, y esta noche no era una excepción.”
El tono de la novela es irreverente, cínico, melancólico, pero sobre todo intrigante. No, no descubrí quién era el asesino y agradezco la sorpresa final, aunque he echado de menos muchos más capítulos de acción y suspenso. Los que había se me han hecho demasiado cortos, y he acabado aburriendo las repetitivas escenas en que Amy vuelve a casa y comienza a reflexionar sobre sus neuras. Tan sólo tenía ganas de que llegara el siguiente día de clase para descubrir más cosas.
Así que apuntaos al taller de escritura y preparaos para lo que vendrá. Aquí la pluma sí que es más poderosa que la espada... ¡y está bien afilada! ¡Palabra de Mixa!
Mx
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