Título: Diario de un librero
Autor: Shaun Bythell
Editorial: Malpaso Ediciones
Traductor: Antonio Lozano
Año de edición: 2018
Sinopsis: “Cuando compré The Bookshop en 2001 tenía una vaga idea de cómo creía que podía funcionar una librería. Ninguna de mis expectativas se cumplió. Siguen sorprendiéndome a diario las preguntas que me hacen los clientes así como las suposiciones que la mayoría de la gente alberga sobre cómo gestionamos este negocio -extrañas conjeturas con las que creen poder adivinar el modo de adquirir los libros o cómo elucubramos los precios de venta al público-. Toda la especie desfila por la tienda: algunos regatean, algunos recomiendan libros, algunos son espectacularmente groseros, otros quieren contarte impúdicamente la historia de su vida, y otros se atreven a sonsacarte detalles de la tuya. Este diario pretende consignar algunos de los encuentros más memorables.” Shaun Bythell
reseña
Una de las cosas más placenteras que hay para un lector, es leer un libro sobre libros. Es como sentirse en casa dos veces. Compartir las inquietudes del autor, descubrir nuevas lecturas, sentirnos identificados con las manías y costumbres bibliófilas de los personajes... Todo esto y más es lo que sentiréis cuando leáis Diario de un librero, el diario de las peripecias y curiosas adquisiciones de un librero sin pelos en la lengua.
Shaun Bythell realmente es el dueño de The Bookshop, la librería de segunda mano más grande de Escocia, y es todo un personaje. Bueno, lo cierto es que todas las personas que aparecen en este diario parecen sacadas de una novela. Quizás es la forma tan observadora y sarcástica de narrar los acontecimientos que tiene en Bythell. Sea como sea, pronto te sientes caminando por las calles de Wigtown y saludando a sus habitantes...
Pero sobre todo te quedas con ganas de entrar en persona a la librería y descubrir todos sus rincones, y quizás encontrar un ejemplar de El origen de las especies y una Biblia juntos en la sección de ficción ... ^. ^
El tono de la novela es cercano, ameno y cínico, y estoy segura de que todo el mundo que sepa lo que significa trabajar de cara al público se verá reflejado en las experiencias de Bythell, y se desahogará leyendo sus reacciones. De hecho, Diario de un librero es en parte un estudio de la naturaleza humana, porque veréis desfilar ante los ojos de Shaun todo tipo de personalidades.
p. 93 “A las 10.15 horas ha entrado una mujer en la tienda rugiendo: <<¡Estoy en mi elemento! ¡Libros!>>. Luego se ha pasado una hora lanzándome preguntas a grito pelado mientras caminaba como un pato de un lado para otro, recordándome las palabras ganso majestuoso que Gógol emplea para describir a la mujer de Sobakevich en Almas muertas. Como era previsto, no ha comprado nada.”
Lo que está claro es que Bythell no se corta ni un pelo a la hora de decir y escribir lo que piensa. Sus reflexiones pueden ser punzantes, divertidas y a veces bastante poéticas, sobre todo cuando describe la naturaleza que lo rodea y su ritmo de vida.
p.130 “Supone un fenómeno de lo más curioso ver cómo los clientes que visitan la librería por primera vez tienden a andar por ella con mucha lentitud […].
Además, cuando deciden detenerse, lo hacen por defecto en el umbral de una puerta. Por motivos obvios, esto resulta increíblemente frustrante para la persona que viene detrás, y puesto que por lo general esa persona soy yo, vivo en un estado de frustración permanente.
Los antropólogos han señalado que, cuando un ser humano entra en un espacio nuevo, la respuesta instintiva consiste en detenerse y mirar alrededor para detectar peligros potenciales. Claro está que el tipo de peligro que puede aguardarle a uno agazapado en una librería –fuera de un librero frustrado que ha visto cómo el hecho de que un individuo le bloquee el paso le destrozaba los nervios hasta el punto de desear recurrir a la violencia- se me antoja un misterio.”
p. 83 “Son muchos los libreros que se especializan. Yo no. La tienda cuenta con tantos títulos y géneros como puedo apretujar en ella. Confío en que habrá alguno para todos, pero, incluso con 100.000 títulos en oferta, son muchas las personas que se van con las manos vacías. Me parece irrelevante si uno compra una novela romántica del sello Mills and Boon por 2,5 libras o un machacado ejemplar en bolsillo de Ética de Spinoza por el mismo precio. Mi deseo es que uno y otro disfruten por igual de la experiencia de leer.”
p. 43 “La mayor parte de quienes nos dedicamos a los libros de viejo estamos familiarizados con la experiencia de retirar las pertenencias de un difunto y acabamos insensibilizándonos con el paso del tiempo, excepto en casos como este, cuando el matrimonio fallecido no tenía hijos. […] Desmantelar su biblioteca se antoja el acto final de destrucción de su carácter y te sientes responsable de eliminar las últimas huellas de las personas que fueron un día. La colección de libros de esta mujer era una muestra de su carácter; sus intereses como lectora es lo más parecido que deja a una herencia genética.”
El libro es también una crítica a la desaparición de las pequeñas editoriales y librerías por culpa de las grandes empresas como Amazon y la salvaje competitividad de precios.
p.38 “[...] la cantidad de libros que se publican anualmente en el Reino Unido ha crecido mientras que la variedad ha descendido: más ejemplares de un número más reducido de títulos. El mercado del libro no está hoy bajo el control de los lectores, sino de los responsables de adquisiciones de Waterstones, Tesco y otros conglomerados, tal y como George Orwell los habría llamado.
El olor a orina de gato es cada vez más intenso.”
Precisamente, una de las cosas que más me ha gustado han sido las introducciones que encontraréis al principio de cada mes en las que Shaun selecciona fragmentos del libro de George OrwellBookshop Memories, y explica cómo han cambiado los hechos sobre los que reflexiona Orwell. Por no mencionar las recomendaciones tan variadas que descubriréis, como por ejemplo “Cosas raras que se oyen en las librerías” (de Jen Campbell), que también ha publicado Malpaso Ediciones.
Y hablando de recomendaciones, la mía es leer este libro paulatinamente junto con otras novelas, ya que no sigue una trama en sí, y cada "mes" se puede leer de forma independiente. Si no, os puede resultar bastante repetitivo, al igual que me ha pasado a mí. Las 100 primeras páginas son las más sorprendentes, pero a partir de la mitad he acabado hojeando el resto. Además, el final queda totalmente en el aire y no da sensación de acabar.
De todas formas, me ha parecido una manera muy original y estimulante de promover y reivindicar la importancia y valor de librerías como la de Shaun Bythell. Estoy convencida de que si más librerías siguieran su ejemplo tendríamos una buena colección de libros divertidísimos llenos de anécdotas muy peculiares... Palabra de Mixa!
Mx
Shaun Bythell lee un fragmento de su libro, que incluye una carta de recomendación que escribió a petición de una de sus empleadas... XD
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