El infinito en un junco

Título: El infinito en un junco

 

Autora: Irene Vallejo

 

Año de edición: 2019

 

Editorial: Ediciones Siruela

 

Sinopsis: Este es un libro sobre la historia de los libros. Un recorrido por la vida de ese fascinante artefacto que inventamos para que las palabras pudieran viajar en el espacio y en el tiempo. La historia de su fabricación, de todos los tipos que hemos ensayado a lo largo de casi treinta siglos: libros de humo, de piedra, de arcilla, de juncos, de seda, de piel, de árboles y, los últimos llegados, de plástico y luz.

  

Pero, sobre todo, esta es una fabulosa aventura colectiva protagonizada por miles de personas que, a lo largo del tiempo, han hecho posibles y han protegido los libros: narradoras orales, escribas, iluminadores, traductores, vendedores ambulantes, maestras, sabios, espías, rebeldes, monjas, esclavos, aventureras… Lectores en paisajes de montaña y junto al mar que ruge, en las capitales donde la energía se concentra y en los enclaves más apartados donde el saber se refugia en tiempos de caos. Gente común cuyos nombres en muchos casos no registra la historia, esos salvadores de libros que son los auténticos protagonistas de este ensayo.

 

reseña

Hace poco vi el tuit de un lector de "El infinito en un junco" que se sentía incapaz de hacer justicia al libro con una reseña... A mí me pasa lo mismo. Necesitaría escribir un ensayo entero para describir todo lo que la obra de Irene Vallejo me ha hecho sentir. Quizá por eso la faja promocional del libro sigue creciendo exponencialmente, acumulando galardones (como el Premio Nacional de Ensayo 2020). Por otra parte, también me he fijado en que la fama de este ensayo revelación ha hecho desconfiar a algunos lectores escépticos. Pues bien, yo tampoco suelo seguir la corriente de los libros más vendidos, pero esta vez no podría estar más contenta de haberlo hecho.

 

Irene Vallejo ha creado un obra única a caballo entre el ensayo, la novela y el diario, una oda a los libros desde un punto de vista totalmente parcial: el de una lectora enamorada. Para mí, leer "El infinito en un junco" ha sido un proceso embriagador e hipnotizante. No había conocido a nadie capaz de condensar de este modo el amor por los libros y expresar tan bien lo que siento cuando leo. Incluso me ha descubierto mágicas conexiones entre libros y lectores de todas las épocas que desconocía.

 

p.48 «El nuevo encargado de la adquisición y el orden de los libros se llamaba Demetrio de Falero. Él inventó el oficio, hasta entonces inexistente, de bibliotecario. […] En Atenas, había conocido la primera biblioteca organizada aplicando un sistema racional: la colección del mismísimo Aristóteles, apodado “el lector”. […] Allí, entre los anaqueles de su maestro y el sosiego de sus clasificaciones, Demetrio debió de comprender que poseer libros es un ejercicio de equilibrio sobre la cuerda floja. Un esfuerzo por unir los pedazos dispersos del universo hasta formar un conjunto dotado de sentido. Una arquitectura harmoniosa frente al caos. Una escultura de arena. La guardia donde protegemos todo aquello que tememos olvidar. La memoria del mundo. Un dique contra el tsunami del tiempo.»


 

Vallejo me ha hecho reír, me ha hecho llorar (de pura emoción), y me han dado ganas de aplaudir casi al final de cada capítulo. Su prosa es épica y a la vez cercana: poética, dulce, irónica y ágil. No había subrayado nunca tanto un libro (¡con lápiz!), y me estoy refrenando para no poneros decenas de citas maravillosas que me han llegado al corazón.

 

p.110 «Si alguien lee para ti, desea tu placer; es un acto de amor y un armisticio en medio de los combates de la vida.»

 

Aunque "El infinito en un junco" se centra en la invención de los libros en el mundo antiguo, acaba hablando de toda su evolución hasta hoy, e incluye decenas de referencias actuales (películas, novelas, obras de teatro...). Además, no sólo se centra en la parte más técnica (como el nacimiento del alfabeto, la transición entre la tradición oral y escrita, los cambios en el modo de leer, la metamorfosis de los libros como objetos etc.) sino que también profundiza en el impacto de la lectura en el mundo a lo largo de los siglos.

 

 

Una de las cosas que más me ha cautivado es la capacidad de Irene Vallejo de transmitir su pasión por el mundo antiguo y transportar al lector a través de curiosidades y anécdotas fascinantes, divertidas, irreverentes, impactantes y sobrecogedoras, como por ejemplo:

 

p.217 «La Casa blanca recibe año tras año cientos de libros con bombas, que desactiva los organismos de seguridad. […] Al parecer, los terroristas expresan preferencias por ciertos autores y abundan las lista de títulos, categorías y tamaños. Algunos grupos consideran inadecuada la Bíblia y, en cambio, quién sabe por qué, encuentran muy útil Don Quijote. El 27 de diciembre de 2003 estuvo a punto de morir Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea, cuando abrió un ejemplar-bomba de El placer, de Grabriele D’Annunzio. Como es evidente, los políticos y altos cargos que no leen están más protegidos.»

 

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida de Mixa (@mixa_ql)

Gracias a su espíritu divulgador, Vallejo consigue hacernos invocar el pasado y resucitarlo de entre las piedras y las ruinas... Para descubrir que tenemos más cosas en común con nuestros antepasados de lo que pensamos. 

 

Durante la lectura también encontraremos una potente crítica social (desde la libertad de expresión hasta el empoderamiento de la mujer) y numerosas reivindicaciones a favor de las personas anónimas que hicieron avanzar el mundo de los libros, que los protegieron y salvaguardaron. Vallejo insiste en que la transmisión de nuestro conocimiento a través del frágil recipiente de los libros es un milagro increíble.

 

p.263 «Los letraheridos de hoy apenas podemos imaginar el desierto de libros de la época manuscrita. En nuestro siglo XXI, la catarata de lectura impresa desborda todos los diques de la mesura. Se publica un nuevo título cada medio minuto, ciento veinte cada hora, dos mil ochocientos al día, ochenta y seis mil al mes. Un lector medio alcanza a leer en toda su vida lo que el mercado editorial produce en un asola jornada laboral,  y cada año se destruyen millones de ejemplares huérfanos. Pero esta abundancia es muy reciente. Duran siglos, conseguir libros conllevaba gastos, esfuerzos, tiempo y, en ocasiones, arrostrar los peligros del viaje.»


 

Para completar la reseña, tengo que reconocer que la última parte del libro me ha resultado algo repetitiva y un tanto divagatoria (ya que la estructura del libro se difumina un poco). Sea como fuere, tengo claro que "El infinito en un junco" se ha convertido en uno de mis libros favoritos y ya tengo ganas de leer más obras de esta autora. De hecho, os animo a que -si podéis- no dejéis escapar la oportunidad de conocer a Irene Vallejo en persona (para mí fue un placer conversar con ella durante la Semana del Libro en Catalán, y su dedicatoria es una de las más bonitas que me han escrito nunca). 

 

He prometido que no me alargaría demasiado, así que os incito una vez más a leer "El infinito en un junco"... es uno de esos pocos libros que deseas que no acabe jamás... ¡Palabra de Mixa!

 

Mx


Irene Vallejo y Mixa
Irene Vallejo y Mixa

Write a comment

Comments: 0